Mi abuelita es uno de los seres más dulces y divertidos que existen.
Tiene ya 92 años, pero tiene una energía y una actitud ante la vida increíbles.
Hace 18 años se fue su gran compañero, mi abuelito Pepe, a quien ya han conocido por acá, y hasta hoy no hay día que no hable de él, así que comprenderán que su muerte la embargó de gran tristeza y se quedó muy sola.
Así que cuando mis hermanos y yo fuimos a la Universidad nos quedamos en su casa, y eso le dio muchísima más energía de la que ella posee...Pero como todo en la vida, de nuevo vive solita, solo con la compañía de una señora.
Por cosas de la vida mi hermana se tuvo que ir a su casa durante una semana, y cuando se iba de nuevo, para no herirla, le dijo que no podía quedarse porque ahí no había computadora y ella la necesitaba para sus estudios...La respuesta de abueli fue: ¿Cuánto cuesta una computadora? Yo compro una y así no te vas nunca más...Mi hermana me lo contó llorando y por supuesto yo no pude contener las lágrimas. Dijo tanto con esa pregunta...Qué difícil debe ser pasar los días con visitas de horas, sentada en un sillón viendo TV o leyendo.
El fin de semana pasado estuvimos en su casa, y su despedida fue un llanto incontrolable; me rompe el corazón verla así, se ve tan frágil, tan niña...
Necesitaba contar esto, compartirlo con ustedes, para desahogarme y que recordemos cuánto nos necesitan los abuelitos.
